miércoles, 22 de noviembre de 2017

Capítulo 152 "Desamparo"

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El cuadro está pintado en tres creo que se llaman bastidores. Lo miro un momento ¿Cuál de todas esas estrellas será ella?, pienso y me río. Van Gogh es la casualidad que hace que una crea en la magia por un rato. Miro a mi alrededor. Su enorme cama todavía sin hacer, indicio de día ajetreado o de que es una despatarrada como yo. Ropa, sandalias, papeles, hebillas para el pelo, un pequeño equipo de música, boleto del Ave. Ventanas y más ventanas hacen que casi no sea necesario encender la luz. Miro a través de una de ellas, allá enfrente, imponente, Mi Giralda.

Entra a la pieza, rebusca en unos papeles que hay sobre la mesa ovalada, agarra algunos. Disculpa, me dice ya saliendo, escucho que sube rápidamente las escaleras. La panza me hace un ruido bárbaro. Afuera truena de nuevo. Suspiro. No sé qué hacer. ¿Cierro las ventanas? Tengo un whatsapp de la señora que cuida a mi mare hace rato pero no quiero abrirlo. Tiemblo cada vez que me manda. Dejo mi ipad sobre la mesa. Chusmeo un papelito garabateado creo que por ella en birome: “El mundo es un tornado de mierda en donde el arte es nuestro único paraguas”. Me río, me lo guardo en el bolsillo del jean.


Entreabro una puerta de madera y ya sé que no está bien andar curioseando la casa ajena pero me dejo llevar, a estas altas alturas del relato si algo sé es que nunca se sabe. Entro y busco la perilla de luz. La escucho entrando nuevamente a la pieza, me da un vuelco el corazón, como si fuera una delincuente retrocedo sobre mis pasos. La miro haciéndome la boluda pero no hace falta ninguna actuación. Ella no me presta atención, se ha sentado en la cama, cabeza gacha apoyada sobre sus manos, dejó los papeles y el teléfono a un lado; y así se queda, mirando el piso, quieta, vencida, con aire de humillación y desamparo (Sigue)

Continuará...

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